Del esquí a tope y la montaña vertical
Este año 74 es de profundo recuerdo para mí, ya que en enero tomé contacto por primera vez con el Club Alpino, un club caracterizado en aquel momento por ser lo máximo en el deporte de la nieve en Galicia. Mi aproximación al club fue casual y a través de las excursiones en autobús que todos los domingos salían hacia Manzaneda a veces con dos y tres autobuses abarrotados de jóvenes orensanos que querían esquiar a tope en las pistas de la flamante estación de esquí. Pero una gratificante sorpresa nos esperaba a mi compañero de cordada Miguel y a mí en el refugio del club: unos montañeros del mismo llegaban a la par que nosotros después de realizar una soberbia escalada en la zona. Llegaban cargados de material de escalada de todo tipo: cuerdas, clavijas, estribos, mazas … Se nos llenaron los ojos… nuestros ojos de aprendices de montañeros. Contábamos con 15 años, unos meses de juegos de trepada con poco más que una cuerda de perlón, un par de clavos de escalada del ejército marca “Quer” y un martillo de ferretería.
Nuestra indumentaria imitando la de unos montañeros con experiencia llamó la atención de uno de los montañeros del club, el de mayor edad (hoy nuestro tío Heras), que nos preguntó si hacíamos montaña y dónde, y comenzó a explicarnos todo tipo de cosas sobre los distintos materiales y aparatos diversos que ellos habían utilizado en la vía que acababan de realizar, una chimenea con bloque empotrado que superaron utilizando un estribo.
A partir de aquí comencé a salir a la montaña con el Club, gracias al inteterés de estos amigos, y en una semana ya era yo como último de cordada el que trepaba la susodicha chimenea, detrás del gran Paco Martínez.
En este año el Club estrenó teléfono, se mejoró el local (hoy aún utilizáis las mismas mesa y sillas) se mejoró el refugio con la actual estética de madera interior y contras de madera estilo alpino y se abrieron los ventanales que aún hoy disfrutamos.
También fue época de votaciones, de nuevo para decidir sobre una propuesta de MEISA para hacerse con NUESTRO REFUGIO y terrenos colindantes, a cambio de terrenos colindantes en las inmediaciones del Hotel Queixa junto con una ayuda que subvencionaría el 20% de las obras de un futuro refugio. Ganó el NO y desde ese momento en el club se abrirían grandes grietas que tardarían tiempo en cerrarse. En este año seguía siendo presidente Antonio Domínguez Prats, si bien a finales de este año se produce un relevo pasando a ser presidente Alfonso Pazos Bande un conocido y progresista abogado ourensano.
Las actividades de esquí seguían siendo brillantes y así en el mes de marzo se celebra el II TROFEO REDONET de esquí. Estas actividades van acompañadas de otras sociales y muy sonadas como el concurso de disfraces que se realiza a pie de pistas en el hotel Queixa. Otra actividad social que contaba con gran aceptación era la cena anual del mes de junio, que se celebró ese año en el restaurante O Cabaceiro en Punxín, precio cubierto 275 pts. Con tres platos, postre, café y copa.
En relación a la escalada. montaña y espeleología el Club este año no se queda corto:
Organiza la II Marcha gallega infantil de regularidad por montaña en el mes de junio. Realiza a finales de julio ascensiones en el macizo del Mont Blanc entre las que destaca la primera ascensión femenina de Ourense y quizás de Galicia de Susy Iglesias. También interesantes travesías de esquí de montaña en el macizo de Peña Trevinca con participantes de todo Galicia
En el Pirineo navarro ascensiones del Pico de Annie y Mesa de los Tres Reyes y en Ubiña ascensiones a los Fontanes, durante el mes de agosto. Ascensión al Picón en el macizo de Peña Trevinca desde el lago de la Baña.
Pero sobre todo, este año destaca por las numerosas escaladas realizadas y la capacidad de descubrimiento de zonas en nuestra provincia, actividades de las que soy testigo y parte: escaladas en Manzaneda, Xurés‑Fontefría (placa y apertura de Chimenea), San Pedro de Rocas (vía el Gavilán), San Esteban (Pena Rubia), Leboreiro (vía Frouce), Pena Corneira (vías Vilas e Integral oeste), Budiño (vía Alfanje), Castelo (vía Mirabel) y Galiñeiro.
Además en el mes de octubre asistencia a la I reunión de escaladores en ECHEURI (Navarra) y como colofón, durante el mes de junio, Paco Martinez asiste al curso de ingreso de monitores de la ESCUELA NACIONAL DE ALTA MONTANA con éxito ¿Quién da más en el terreno vertical de aquella época con cuerda a la cintura, botas duras, bávaros y clavijas de ferreiro y tacos de madera?. Cada desplazamiento era una pequeña expedición, pocos medios de transporte, malos, a deshora, lentos y caros. Era una vision romántica de la montaña y la roca.
Máxime exponente de este espíritu algo alucinante en este año es LA ESCALADA DE LA TORRE MEDIEVAL DE SANDIÁS na Limia recomendable a todo/a escalador‑a que se precie.
No debemos olvidarnos para terminar de una hermosa actividad con gran tradición en nuestro Club, actividad en la que todos los montañeros del Club participaban ya que figuraba en el calendario de actividades de montaña: la Espeleología. Destaca en el mes de abril el II Cursillo social de iniciación a la espeleología, que se celebró en el pueblo de Biobra (Encina da Lastra), con exploración y prácticas en las cuevas de LA ZORRA, EL DESPISTE Y SIMA DO PENEDO. Previamente al cursillo se celebraron proyecciones de diapositivas sobre técnica. En el mes de agosto se explora la cueva de San Salvador en FRESNEDO‑ASTURIAS.
Como proyección de cine de montaña (actividad tradicional en el club) me gustaría destacar dos excelentes películas conseguidas a traves de la embajada francesa que el Club proyectó en nuestra ciudad: “Les conquerants de I’inutil” film de Marcel Ichard sobre el gran Lionel Terray y “Ascensión con esquís a la Jungfrau”.
Como véis un año vertical, os recomiendo que probéis alguna de las escaladas que aquí se citan, y las realicéis con el espíritu pionero y en la mayor soledad para así comprender y saborear mejor nuestra aventura.
Buen provecho.
Antón Gavela
(publicado en Cairn nº 41, 2006)
